Auditorías energéticas en instalaciones municipales, ¿son útiles?

 Las Entidades locales juegan un papel fundamental en la introducción y difusión del concepto de eficiencia energética y de las energías renovables. Para ello disponen de la auditoría energética, un potente instrumento que proporciona ahorros elevados, emplea tecnologías ampliamente conocidas con inversiones modestas y produce efectos notables sobre la opinión pública.

Los países miembros de la UE se han propuesto aumentar la producción de energía procedente de fuentes renovables, hasta alcanzar el 12 % del total en el año 2010. Esta decisión ha sido consecuencia de las conclusiones de la Cumbre de Tokio: el deterioro del planeta aumenta y debemos reducir las emisiones de CO2 para frenar el proceso.

La UE ha puesto en marcha programas de ayuda para incentivar el uso de las fuentes de energía respetuosas con el medio ambiente, pero es necesario que la población las conozca y demande. En este aspecto, la participación de las entidades locales (ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades) es de gran importancia. La adopción de las energías alternativas en instalaciones públicas y la implantación de medidas de ahorro cumplen varias funciones:

  • Demostrativa: Se da a conocer la tecnología disponible al ciudadano y empresas, demostrando su viabilidad y correcto funcionamiento.
  • Divulgativa: Se acercan estos conceptos al ciudadano y se evitan temores causados por la falta de información.
  • Económica: Mediante la adopción de estas medidas se reducen los gastos municipales en esta partida, quedando disponibles recursos para otras áreas.

Algunos municipios ya han creado Agencias Locales de la Energía, con ayuda del Programa SAVE comunitario, que asumen estas funciones. El punto de partida, para iniciar los trabajos en estas cuestiones, es tener un conocimiento exhaustivo de las instalaciones municipales: consumo, deficiencias, estado de conservación, evaluación técnica y económica, etc.

Esto se concreta en la realización de una auditoría energética. Una empresa especializada, contando con la instrumentación adecuada, junto con la colaboración de los técnicos municipales, procederá a desarrollar un método de trabajo con las siguientes fases:

  • Acopio de información general
  • Inventario de los centros de consumo de energía (edificios públicos, alumbrado, etc.)
  • Recopilación de documentación sobre facturación
  • Visita a los centros de consumo y toma de datos
  • Análisis de la información
  • Evaluación técnica y económica
  • Diseño de medidas correctoras y propuestas de mejora
  • Evaluación financiera

Con esta herramienta de decisión, la entidad local podrá elaborar un plan de actuación, que ya se ha plasmado en Ordenanzas de Eficiencia Energética en Instalaciones Municipales o Planes de Desarrollo Energético, como es el caso de Barcelona, Sevilla y Valladolid, entre otros.

Experiencia en auditorías

Los trabajos realizados por la empresa INERSUR en varios ayuntamientos pueden dar una orientación acerca de la problemática más comúnmente detectada, así como de la magnitud del potencial de ahorro y la inversión que ello requiere, como se presenta a continuación. Los datos se corresponden a municipios con una población entre 3.000 y 10.000 habitantes, en la zona interior de Andalucía, que gestionan directamente la prestación de los servicios a los ciudadanos.

La estructura de consumo se resume en tres sectores: alumbrado público, sistema de presión en la red de agua potable y consumo en edificios públicos y otros. Lo común es que los tres sectores adquieran igual importancia relativa. Un ciudadano consume anualmente, por término medio, entre 0,7 y 1 MWh. El ayuntamiento consume en cada uno el equivalente al 25% de esta cantidad para ofrecer los servicios comunes, siendo más elevado en municipios donde el número de habitantes es mayor.

Esto corrobora que, a mayor dimensión de la población, mayor es el gasto proporcional necesario y esto viene motivado porque en núcleos mayores se dispone de más servicios. Analizando los tres sectores de consumo, se constatan las deficiencias más relevantes:

  • Defectos en la tarificación, implicando sobrecoste en la facturación.
  • No existe corrección de la componente reactiva en los consumos, implicando penalizaciones y sobrecoste.
  • Equipos de alumbrado público obsoletos, ineficientes, mal diseño luminotécnico y defectos en el mantenimiento, implicando consumos elevados y mala calidad del servicio.
  • Ausencia de medidas de ahorro en edificios públicos.

Es muy importante realizar un trabajo de campo exhaustivo (visitas, inspección de instalaciones, instrumentación de medida adecuada) para tener información directa de todas las instalaciones, lo que permitirá llegar a un diagnóstico certero y realizar propuestas viables técnica y económicamente. Se han detectado estudios realizados sólo en función de los datos obtenidos de facturas: los errores cometidos en la evaluación del potencial de ahorro pueden inducir a inversiones de difícil rentabilidad.

Por término medio, se consiguen resultados como los expuestos: Se comprueba que el ahorro económico es superior al energético, debido a que la tarifa aplicada en muchos centros de consumo no es la óptima, o a que el rendimiento de los equipos, ya obsoletos, es mejorado con las nuevas tecnologías disponibles. En cuanto a los beneficios medioambientales, se dejan de emitir 2 kg de CO2 por cada kWh de ahorro, lo que se traduce en una tasa aproximada de 60 kg de CO2 por cada habitante y año para los municipios estudiados.

Las inversiones necesarias tienen un plazo de recuperación entre 3 y 5 años, y se amortizan con el ahorro conseguido, lo que supone poder acometer estas acciones sin alterar los presupuestos municipales. El orden de inversión ronda los 10 € por habitante. Están disponibles varias líneas de ayuda a la inversión, de carácter comunitario, estatal y regional, lo que facilita notablemente llevar a la práctica las soluciones propuestas.

Decisión municipal

Una vez entregado el documento final a la entidad solicitante, se abren dos vías de actuación:

  • Puesta en práctica de las medidas propuestas, con el objetivo de alcanzar beneficios a corto plazo.
  • Decisión de adoptar energías renovables en alguna de las medidas o con carácter demostrativo, como ya se ha explicado.

En el segundo caso, se redactarían las propuestas oportunas según las indicaciones de la entidad en lo relativo a nivel de inversión, disponibilidad, etc. Acompañando a todo lo descrito, se proponen las medidas complementarias que culminarían el planteamiento general de introducción del concepto de eficiencia energética y nuevas fuentes de energía. Principalmente se concretan en:

  • Plan de Concienciación Ciudadana
  • Desarrollo de un Plan de Eficiencia Energética Municipal
  • Redacción de Ordenanzas Municipales sobre las instalaciones y edificaciones, atendiendo a los aspectos energéticos

Como conclusión y sobre la base de la experiencia, podemos asegurar que el ahorro potencial es elevado, las tecnologías están disponibles y no presentan dificultades, las inversiones no suponen alteraciones en los presupuestos y los efectos sobre la población son notables. Sólo queda la necesaria iniciativa de los responsables de estas entidades locales, para llevar a buen puerto estas acciones que ya son frecuentes en los países de la UE e incluso en los municipios más emprendedores de España.

Fuente: INERSUR, Iniciativas Energéticas del Sur, S.L.

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